Desde tiempos inmemoriales, las madres han llevado a sus bebés en brazos como una forma natural de protegerlos, nutrirlos y calmarlos. Sin embargo, investigaciones científicas recientes sugieren que el lado por el que se sostiene al bebé puede tener implicaciones importantes para su desarrollo.
Uno de los hallazgos más sorprendentes proviene de la neurociencia. Un estudio realizado por la Universidad de Sussex en 2012 descubrió que la mayoría de las madres preferían llevar a sus bebés del lado izquierdo. Esta preferencia, que no es exclusiva de los humanos, también se da en otras especies de mamíferos (Scola & Vauclair, 2010).
¿Pero por qué sucede esto? La respuesta puede estar en cómo está estructurado nuestro cerebro. El hemisferio derecho del cerebro, que controla el lado izquierdo del cuerpo, es responsable de procesar las emociones y la información social. Por lo tanto, llevar a un bebé del lado izquierdo podría facilitar una conexión emocional más profunda entre la madre y el niño, ayudando a la madre a comprender y responder mejor a las necesidades del bebé (Vauclair & Scola, 2009).
Por otro lado, llevar al bebé del lado izquierdo también tiene beneficios para el corazón. Un estudio publicado en la revista "Nature" en 2017 encontró que los bebés que son llevados en el lado izquierdo del cuerpo de la madre pueden escuchar mejor los latidos del corazón de la madre. Esta "música de los latidos del corazón" constante puede tener un efecto calmante y regulador en el bebé, similar a cómo los latidos del corazón de la madre calman al bebé en el útero (Esposito et al., 2017).
Además, un estudio de 2018 publicado en la revista "Cell" reveló que llevar al bebé del lado izquierdo puede ayudar a favorecer una mejor digestión. El estómago del bebé se ubica principalmente hacia el lado izquierdo del cuerpo, por lo que llevar al bebé de esta manera puede ayudar a facilitar la digestión y reducir el reflujo gastroesofágico (Van der Zee et al., 2018).
En resumen, si bien llevar un bebé es un acto intuitivo de amor y cuidado, la ciencia sugiere que hacerlo del lado izquierdo puede ofrecer beneficios adicionales tanto para la madre como para el niño. Desde fomentar una conexión emocional más profunda hasta facilitar la digestión del bebé y calmarlo con los latidos del corazón de la madre, existen muchas razones por las que deberías considerar llevar a tu bebé del lado izquierdo.
Referencias:
- Espósito, G., et al. (2017). Respuestas calmantes infantiles durante el transporte materno en humanos y ratones. Biología actual, 27(9), 1235-1242.
- Scola, C. y Vauclair, J. (2010). Lateralización de la tenencia en mujeres, hombres y niñas. Lateralidad, 15(1-2), 153-175.
- Vauclair, J. y Scola, C. (2009). Lateralización de la sujeción en lactantes durante el primer semestre de vida y zurda familiar. Comportamiento y desarrollo infantil, 32(1), 36-43.
- Van der Zee, E., et al. (2018). El lado derecho del estómago: sesgo hacia la izquierda de la distensión gástrica en el procesamiento del cerebro humano. Informes celulares, 25(5), 1226-1234.
