Cantarle a un bebé no es sólo una forma de fortalecer el vínculo afectivo con él; también produce importantes beneficios en términos perceptivos, intelectuales y emocionales. Cantarle a un bebé es una tradición milenaria, afortunadamente mantenida hoy en día por muchas madres. Además, esta sabiduría materna de generaciones pasadas ahora está respaldada por la ciencia, lo que indica que las canciones de cuna efectivamente aportan múltiples ventajas para los más pequeños.
La música, en general, y las canciones de cuna, en particular, transmiten un mensaje que abarca múltiples dimensiones. Comunican ideas pero principalmente transmiten sensaciones, sentimientos y toda una cultura. De ahí que los beneficios de cantarle a un bebé sean numerosos y profundos.
Las ventajas de cantarle a un bebé empiezan a manifestarse incluso durante la gestación. Si la madre canta durante esta etapa, el bebé aprende a reconocer su voz. Después del nacimiento, el bebé se siente más tranquilo al escuchar nuevamente la voz de la madre, estableciendo una sensación de seguridad.
Atención, uno de los beneficios de cantarle a un bebé: La atención es un proceso cognitivo crucial para organizar la mente y desarrollar la concentración, formando la base de un intelecto bien desarrollado. Uno de los beneficios de cantarle a un bebé es que contribuye al desarrollo de la atención. Un estudio realizado en la Universidad de Miami involucró a 70 bebés de entre 6 y 9 meses. Los bebés mostraron más atención cuando sus madres les cantaban en comparación con otros individuos, reconociendo sobre todo las voces de sus madres.
Desarrollo del lenguaje y la comunicación: las canciones facilitan el desarrollo del lenguaje, incluido el aprendizaje de nuevas palabras y la construcción de oraciones. Cantar ayuda a los niños a familiarizarse con el lenguaje y promueve el desarrollo verbal. Además, la música en sí misma es un lenguaje, por lo que cantarle a un bebé ayuda a aprender lenguajes tanto verbales como emocionales.
Relajación del Bebé: La voz tiene un potente efecto sobre el estado de ánimo durante toda la vida. Cantar una canción repetidamente se convierte en un ritual de relajación. El bebé escucha la voz de la madre, siente su presencia, y el ritmo y la melodía aprendidos a través de la repetición inducen a un estado de ánimo más relajado.
Alivio del dolor: Sorprendentemente, cantarle a un bebé también es una forma de favorecer el alivio del dolor. Un estudio realizado en el Hospital Great Ormond Street en Inglaterra monitoreó las respuestas de los bebés al canto de sus madres durante los trasplantes de corazón. Los resultados indicaron que los bebés reducían su frecuencia cardíaca y aumentaban el umbral del dolor cuando sus madres cantaban. Los expertos señalaron que el canto influye en el sistema límbico, que, a su vez, regula la respuesta al dolor, provocando un efecto analgésico.
Ayuda para dormir: Las canciones de cuna se llaman canciones de cuna precisamente porque su función principal es ayudar al bebé a dormir. Se sabe desde hace mucho tiempo que las canciones maternas ayudan a los bebés a conciliar el sueño. El canto materno reduce los niveles de cortisol en el cerebro del niño, la hormona del estrés, lo que provoca una mayor relajación y un sueño más fácil.
Cantarle a un bebé también es una forma de establecer y profundizar el vínculo emocional con él. Además de los beneficios para el bebé, aporta aportes positivos para la madre. Cuando canta su estado de ánimo mejora y sin duda está más relajada.